Todo Emperador, tiene que dejar su obra faraónica para que la posteridad los recuerde. Con nuestros alcaldes (al menos algunos de ellos), por ejemplo, Rojas Marcos nos dejó el Estadio Olímpico, ese gran estadio que tanto dinero ha costado superando en muchísimos millones su presupuesto inicial y que como estamos viendo prácticamente no sirve practicamente para nada….. Nuestro actual alcalde, Sánchez Monteseirin, también ha querido dejar su obra para la posteridad, en este caso nos deja un gran gofre gigante en la plaza de la Encarnación, que también nos ha costado un dineral y como no, superando en muchísimo dinero su presupuesto inicial. Como quiere dejar constancia que es obra suya, lo ha inaugurado antes de terminarlo por cuestión de fechas límites de inauguraciones antes de la campaña electoral. En fin, el tiempo nos dirá…….
Para estas cosas-caprichos de los políticos, no hay límites de dinero ni presupuestos, pero cuando se trata de los trabajadores, afinan el lápiz y sacan las tijeras……
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