¡Como añoro a aquellos camareros
de antaño!, estaban siempre pendientes, mirando hacia la barra y hacia la puerta, por
si entraba un nuevo cliente o alguno de
los que estaban en la barra los reclamaban. No como ahora, entras en la mayoría
de los bares, cervecerías, etc… y te encuentras a los camareros de espaldas a
la barra, embobados con el móvil en la mano leyendo y contestando “guasas”,
porque eso es lo que hay, mucha guasa con el “guasa”. Para que se percaten de tu
presencia tienes que llamarlos varias veces y aún así hay momentos en los que
no se enteran, porque están con todos los sentidos puestos en la pantallita del
móvil. Dicen que vivimos en la era de la comunicación, pues yo opino que mas
bien estamos en la época de la incomunicación, ahora para poder hablar con
alguien que esté junto a ti, tienes que ponerle un “guasa” porque de lo
contrario ni se entera que le estas diciendo algo. Debería estar prohibido el
uso del móvil (a no ser casos de emergencia) en los centros de trabajo y
especialmente en los que son de cara al público, muchas veces las colas se
alargan porque quien tiene que atenderla pierde mucho tiempo con el móvil. Una
duda muy grande que tengo es, esas personas que están todo el tiempo en el
trabajo chateando con la mujer/marido, novio/novia, amigo/amiga…. Cuando los ven al terminar la
jornada ¿de que hablan? porque es evidente que todo lo que se tenían que contar
o comentar, ya lo han hecho a través del móvil ¿no??????.
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