jueves, 22 de septiembre de 2011

La carreta

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:


- ¿Además del cantar de los pájaros, escuchas algún otro sonido?


Agudicé mis oídos y algunos segundos después, respondí:


- Estoy escuchando el ruido de una carreta.


- Eso es –dijo mi padre- . Es una carreta vacía.


Yo le pregunté entonces:


- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?


Y mi padre respondió:


- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía por el ruido. Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace.


Ha pasado mucho tiempo de aquello. Yo me convertí en adulto y todavía hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de los demás, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, mostrándose prepotente y menospreciando a la gente, tengo la impresión de escuchar la voz de mi padre diciendo:


Cuanto mas vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace.



(Anónimo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario