Después de varios años haciendo turismo de interior, este año nuevamente hemos optado por pasar unos días de verano en la playa. Esto ha corroborado mi idea de hace años, de no volver a pisar una playa en verano. ¿Cómo se le puede llamar a eso ir a relajarse????, que conste que hemos ido a no hacer lo que se dice “ni el güevo”, o sea a que nos lo pongan todo por delante, con la simple preocupación de levantarte, pasear, ir a la playa, ir a comer a restaurante, chiringuito, etc… o sea a no preocuparte absolutamente por nada, solo de buscar un sitio cuando te entre hambre, sed, etc… Pues bien hemos llegado mucho menos relajados de lo que nos fuimos. En primer lugar, tras el desayuno, playa, vale en lugar no excesivamente aglomerado, pero cuando decides dar un paseo para ir al chiringuito para tomarte unas cervecitas y posteriormente comer, ya tienes que pasar por la zona de playa aglomerada y ¿cómo te puedes relajar paseando? si tienes que ir esquivando pelotas, raquetas y todo tipo de esos juegos típicos playeros que los practicantes no tienen miramientos por los que están o pasan a su alrededor, a parte de eso tienes que ir con la vista en el suelo para no joderte un tobillo en alguno de los agujeros que cavan los niños y mayores y que después dejan hasta que suba la marea y el agua los vaya tapando de nuevo o incluso no partirte algún dedo del pié al tropezar con algún castillito de arena o construcción similar, muchos de ellos rellenos de conchas, piedras, etc…. y respiras hondo y en lugar de oler a mar, parece que estés en la zona de perfumería de unos grandes almacenes, solo percibes la mezcla de olores de cremas, bronceadores, aceites, etc, etc, etc…. o sea como digo ese es el “paseo relajante y saludable por la playa”…… Mas tarde por la noche decides ir al pueblo a tomarte unas cervecitas y cenar, en primer lugar te vuelves loco buscando aparcamiento y cuando lo consigues, tienes que soltar el impuesto revolucionario de las zonas, azules, rojas o verdes que han puesto la mayoría de los ayuntamientos costeros. Cuando lo consigues, comienzas a pasear y como es sabido todos estos pueblos solo tienen una única zona donde se concentran la mayoría de los establecimientos, lo que significa que pasear por esa zona es como una gran bulla de semana santa, con lo que evidentemente en cualquier sitio que entras a tomar algo, está a rebosar y te cuesta un trabajo tremendo conseguir un sitio para comer y charlar relajadamente….. Porque entre otras cosas hay gente que dan la impresión de hablar para todo el que está en el establecimiento o que están hablando con alguien que esté en la otra punta del pueblo, vamos que vociferan y eso hace que no te enteres de nada de lo que te dice la persona que está contigo…. Esto es a lo que la gente llama “ir a relajarse a la playa”…. Pues menos mal que después de eso nos fuimos una semanita a relajarnos de verdad, a nuestra casa en nuestro rinconcito extremeño, lugar que como de costumbre no digo públicamente para que no lo invadan los meseteros.
Por todo lo dicho, el año próximo, las vacaciones serán como en los últimos años, por pueblos y ciudades del interior, preferiblemente zonas montañosas…. y las playas…. para el invierno.